Aspectos fundametales de redes 2 (19/05/17)
VLAN
Una VLAN, acrónimo de virtual LAN (Red
de área local virtual), es un método para crear redes lógicas independientes
dentro de una misma red física. Varias VLAN pueden coexistir en un único
conmutaor físico o en una única red física. Son útiles para
reducir el tamaño del dominio de difusion y ayudan en la administración de la red, separando segmentos
lógicos de una red de área local (los departamentos de una empresa, por
ejemplo) que no deberían intercambiar datos usando la red local (aunque podrían
hacerlo a través de un enrutador o
un conmutador de capa 3 y 4).
También conocida como Port Switching en los menús de configuración de los routers y switches, se trata de la más extendida y utilizada. Cada puerto se asigna a una VLAN y los usuarios que estén conectados a ese puerto pertenecen a la VLAN asignada. Los usuarios dentro de una misma VLAN poseen de visibilidad los unos sobre los otros, aunque no a las redes virtuales vecinas. El único inconveniente es que no permite dinamismo a la hora de ubicar los usuarios y en el caso de que el usuario cambie de emplazamiento físicamente se debería reconfigurar la red virtual.
MAC:
El razonamiento es similar a la anterior, salvo que en vez de ser una asignación a nivel de puerto lo es a nivel de dirección MAC del dispositivo. La ventaja es que permite movilidad sin necesidad de que se tengan que aplicar cambios en la configuración del switch o del router. El problema parece bastante claro: añadir todos los usuarios puede resultar tedioso.
Aplicaciones:
Se asignarían redes virtuales en función de la aplicación utilizada, y en este caso intervienen varios factores, como por ejemplo la hora en la que nos encontramos, la dirección MAC o la subred, permitiendo distinguir entre aplicaciones SSH, FTP, Samba o incluso SMTP.
A día de hoy se configuran a través de software y poseen grandes beneficios a la hora de garantizar la seguridad y administrar los equipos de forma eficaz, tal y como a hemos puntualizado. En lo que concierne a la seguridad, hay que tener en cuenta que los dispositivos pertenecientes a una VLAN no tienen acceso a los que se encuentren en otras y viceversa. Resulta útil cuando queremos segmentar los equipos y limitar el acceso entre ellos por temas de seguridad.
De lo dicho con anterioridad se deduce que la gestión también será mucho más sencilla, ya que tendríamos a los dispositivos divididos en “clases” aunque pertenezcan a una misma red.
Dependiendo de la fuente consultada incluso del fabricante se pueden distinguir hasta seis tipos de redes virtuales. Sin embargo, nosotros solo nos vamos a centrar en tres: a nivel de puerto, MAC y aplicación.
Puerto.
También conocida como Port Switching en los menús de configuración de los routers y switches, se trata de la más extendida y utilizada. Cada puerto se asigna a una VLAN y los usuarios que estén conectados a ese puerto pertenecen a la VLAN asignada. Los usuarios dentro de una misma VLAN poseen de visibilidad los unos sobre los otros, aunque no a las redes virtuales vecinas. El único inconveniente es que no permite dinamismo a la hora de ubicar los usuarios y en el caso de que el usuario cambie de emplazamiento físicamente se debería reconfigurar la red virtual.
MAC:
El razonamiento es similar a la anterior, salvo que en vez de ser una asignación a nivel de puerto lo es a nivel de dirección MAC del dispositivo. La ventaja es que permite movilidad sin necesidad de que se tengan que aplicar cambios en la configuración del switch o del router. El problema parece bastante claro: añadir todos los usuarios puede resultar tedioso.
Aplicaciones:
Se asignarían redes virtuales en función de la aplicación utilizada, y en este caso intervienen varios factores, como por ejemplo la hora en la que nos encontramos, la dirección MAC o la subred, permitiendo distinguir entre aplicaciones SSH, FTP, Samba o incluso SMTP.

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